viernes, 25 de mayo de 2007

Análisis Película: "El Jardinero Fiel"


Solo habíamos escuchado el titulo de la película y nunca imaginamos el trasfondo real que esta tendría. Ver esta película nos dio la gran oportunidad de desarrollar una visión crítica sobre las distintas realidades que afectan diferentes contextos al rededor del mundo, principalmente sobre el tema de las investigaciones en humanos realizadas por las empresas farmacéuticas como muestra la película

Según nuestra opinión esta película toca un tema de gran trasfondo ético y bioético, como es en este caso la experimentación farmacéutica, la historia transcurre en una población africana donde sin existir previamente un consentimiento informado, se aplican fármacos sobre los cuales no se informa sus efectos.
Profundizar en el consentimiento informado, es un proceso de diálogo, desarrollado en el marco de la relación sanitario-paciente, según el cual una persona con capacidad de decisión recibe una información comprensible y suficiente para sus necesidades, que le capacita para participar voluntaria y activamente en la toma de decisiones, respecto a los procedimientos diagnósticos y terapéuticos a realizar o los cuidados a recibir, como consecuencia de su enfermedad o motivo de consulta.
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De acuerdo a esta definición, nosotros podemos decir entonces, que el consentimiento se basa en la comunicación informada, por lo tanto es vital contar con una adecuada relación con el paciente, tener respeto hacia él, por sus derechos y, por sobretodo, por su Autonomía, principio que se promueve ya que los individuos pueden tomar sus propias decisiones. ¿Pero qué se necesita para que el paciente pueda tomar sus decisiones adecuadamente?
Según Loue
[2], para que haya consentimiento adecuado deben estar presentes cuatro elementos: información adecuada, entendimiento de la información, capacidad para consentir y voluntariedad. Ello significa que la información debe comunicarse con una forma y un lenguaje apropiados para el sujeto potencial. Además el consentimiento debe ser un proceso continuo a través del tiempo.
La información debe ser capaz, completa, suficiente, adecuada y no sesgada, de modo de aclarar todas las dudas. Debe hacerse en forma gradual y reiterada, especialmente en el caso de enfermedades neoplásicas, en un ambiente tranquilo, con suficiente tiempo.
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Entonces cuando el paciente recibe la información, la comprende y es capaz de tomar una decisión, éste accede a ser tratado de acuerdo a la Lex Artis (los mejores estándares), a ser informado en forma permanente de cambios en el diagnóstico, en la evolución de la enfermedad y en el plan terapéutico (proceso continuado), a confiar en el mejor criterio y saber médico para manejar imprevistos y por último a hacer valer su derecho a tener la libertad de desistir en el caso de una terapia continuada (infusiones, radiaciones, etc.).

Según lo expuesto anteriormente, nuestra opinión es que existe una gran falta, puesto que no se han respetado los derechos de los individuos, no se les ha dado la oportunidad de recibir información, de comprenderla y así poder tomar una decisión, haciendo valer su autonomía (no existencia de consentimiento informado). Además se esta poniendo en riesgo la salud de la población al someterla a una experimentación sin saber que es lo que les podría suceder, muchas veces aprovechándose de la falta de información, la baja escolaridad, la situación económica deficitaria, los deseos de sanar una enfermedad, etc.
Lamentablemente las empresas farmacológicas a cargo de la experimentación en humanos no están motivados por el principio de beneficencia hacia los individuos, no busca curar a la humanidad de una enfermedad catastrófica, sino que el fin deseado es obtener ganancias económicas y ser reconocidos en el mundo científico, lo que nos parece absolutamente poco ético.
Cuando nosotros pensamos en la solución a este problema, consideramos que debiera existir un control exhaustivo por parte de las autoridades sanitarias internacionales y nacionales, así como también informar, educar a la población con respecto al tema. Sin embargo, nos parece que si bien existen entidades e individuos que tienen como fin buenas intenciones hacia la población, creemos que siempre va a existir un mayor predominio en el interés económico. Pero de igual forma nos detenemos a pensar que enfermería también tiene una gran labor en lo que respecta a evitar estos abusos por parte de empresas farmacéuticas (apegándonos a la película), y también en lo que respecta a temas ligados con investigaciones en humanos. Por ejemplo, el consentimiento informado (antes descrito), ya que podemos velar por la existencia de éste, por informar al paciente sobre sus derechos y sobre el mismo consentimiento informado (qué es, para qué sirve, etc.).
Además como futuras enfermeras, podremos ver el consentimiento informado en otras situaciones diferentes a lo que es investigación. Por ejemplo, en algunos procedimientos y cuidados de enfermería o paliativos. En esas instancias tendremos la oportunidad de actuar. En el aspecto psicosocial, podemos brindar apoyo, disminuir la ansiedad, valorar el impacto que generan esas situaciones. Además debemos velar para que la información entregada sea la adecuada y por sobretodo que el paciente haya sido capaz de comprenderla. Por esto nosotros consideramos que nuestra labor de enfermería tiene un gran valor para el paciente, en todos sus aspectos.
[1] Palmés R., Trujillo J., Durán N., “Enfermería y el consentimiento informado”, Hospital universitario materno infantil de Canarias. Disponible en la web:

http://www.sociedadmedicallanquihue.cl/neonatologia/Cursos/congresoenfermeria/consentnformado.html
[2] Lolas F., Quezada A., Rodríguez E., “Investigación en salud: Dimensión ética”, CIEB, Universidad de Chile, 1ª edición, 2006
[3] Burdiles P., “Consentimiento informado en cirugía”, Rev. Chilena de Cirugía. Vol 56- Nº 2, abril 2004.

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