domingo, 8 de julio de 2007

ASIGNATURA BIOÉTICA, DEONTOLOGÍA Y ASPECTOS LEGALES DE LA PROFESION

AUTOEVALUACION

NOMBRE: Maria Fernanda Figueroa
NOTA:_____________________
FECHA: _6 julio 2007________

Aspectos a evaluar:

1.- ASISTENCIA (1 punto)

A clases: siempre_x__ a veces___ casi nunca___

A talleres siempre_x__ a veces___ casi nunca___

A revisiones del portafolio siempre_x__ a veces___ casi nunca___

2.- PUNTUALIDAD (1 punto)

Clases buena_x__ regular___ deficiente___

Talleres buena_x__ regular___ deficiente___

Buena: Llega siempre a la hora a clases y talleres 1 punto
Regular Llega 10 minutos atrasado a lo menos a 3 clases y talleres 0.5 puntos
Deficiente: Llega 30 minutos atrasado a lo menos a 3 clases y talleres 0 punto




3.- PARTICIPACIÓN (1.5 puntos)

Clases buena___ regular_x__ deficiente___

Talleres buena___ regular_x__ deficiente___

Buena. Participa activamente en todas las actividades del programa __1.5 p.
Regular: Participa sólo a veces en las actividades del programa __ 0.5 P.
Deficiente: No participa en las actividades del programa __0 p.

4.- PORTAFOLIO

4.1. Compromiso de trabajo individual (2 puntos)

Buena: Contribuye eficaz y creativamente en la elaboración del portafolio, asistiendo a todas las reuniones programadas por el grupo. __ 2 puntos
Regular: participa a veces en el desarrollo del portafolio. Asiste a veces a las reuniones
fijadas __1 punto
Deficiente: No contribuye a la elaboración del trabajo__0 punto

4.2. Entrega de portafolio para correcciones: (1.5 puntos)

En el día indicado
Siempre 0.5 _x_
A veces 0.3 ___
Nunca 0 ___

En la hora indicada
Siempre 0.5 _x_
A veces 0.3 ___
Nunca 0 ___

Con la pauta de cotejo
Siempre 0.5 _x_
A veces 0.3 ___
Nunca 0 ___
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AUTOEVALUACION
NOMBRE: Maria José Robles Paredes
NOTA:_____________________
FECHA: _6 julio 2007________
Aspectos a evaluar:

1.- ASISTENCIA (1 punto)
A clases:
siempre___ a veces_X_ casi nunca___
A talleres:
siempre___ a veces_X_ casi nunca___
A revisiones del portafolio:
siempre___ a veces_X__ casi nunca___
2.- PUNTUALIDAD (1 punto)
Clases :
buena_X__ regular___ deficiente___
Talleres:
buena_X__ regular___ deficiente___
Buena: Llega siempre a la hora a clases y talleres 1 punto
Regular Llega 10 minutos atrasado a lo menos a 3 clases y talleres 0.5 puntos
Deficiente: Llega 30 minutos atrasado a lo menos a 3 clases y talleres 0 punto3.-
PARTICIPACIÓN (1.5 puntos)
Clases:
buena__X_ regular___ deficiente___
Talleres buena_X__ regular___ deficiente___
Buena. Participa activamente en todas las actividades del programa __1.5 p.
Regular: Participa sólo a veces en las actividades del programa __ 0.5 P.
Deficiente: No participa en las actividades del programa __0 p.
4.- PORTAFOLIO
4.1. Compromiso de trabajo individual (2 puntos)
Buena: Contribuye eficaz y creativamente en la elaboración del portafolio, asistiendo a todas las reuniones programadas por el grupo. _X_2 puntos
Regular: participa a veces en el desarrollo del portafolio. Asiste a veces a las reuniones
fijadas __1 punto
Deficiente: No contribuye a la elaboración del trabajo__0 punto4.2.
Entrega de portafolio para correcciones: (1.5 puntos)
En el día indicadoSiempre 0.5 _X_A veces 0.3 ___Nunca 0 ___
En la hora indicadaSiempre 0.5 _X_A veces 0.3 ___Nunca 0 ___
Con la pauta de cotejoSiempre 0.5 _X_A veces 0.3 ___Nunca 0 ___

jueves, 5 de julio de 2007

Aspectos legales de la profesion



“Lo que no esta escrito no esta hecho” fueron las primeras palabras que se vinieron a mi mente al estudiar la clase de la Sra. Paulina Milos, desde que escuche esas palabras no se borraron de mi mente, pero es solamente hasta ahora que entiendo realmente lo que significan y lo importante que son para que nuestro desempeño profesional sea el adecuado, ya que el cumplir con completar los registros como corresponden es un deber nuestro, una obligación.

La importancia de los registros de enfermería radica en su función asistencial principalmente, ya que registra toda la historia medica de una persona, por esto permite una atención integral del equipo de salud hacia ella y también el control y evaluación médica por medio de auditorias. Pero también tiene una función jurídica, ya que fija un determinado hecho por lo que constituye un medio de prueba en caso de existir alguna irregularidad en la atención y también concretiza el derecho de información de los pacientes. La historia clínica es la documentación del contrato de salud y el lugar por excelencia para recoger el Consentimiento Informado.

Los registros de enfermería deben poseer una serie de características ya definidas
(Ejemplo: no hacer borrones, con firma, nombre completo, etc.) Y cada una de ellas contribuye a que sea un documento especifico, claro y confiable. Si no registramos
los pacientes o sus seres queridos pueden llegar a presumir negligencia o desorganización por parte del equipo de salud.

Yo creo que desde el punto de vista de la bioética es importante aplicar el principalísimo a este tema, ya que al omitir esta información tenemos una seria posibilidad de cometer graves errores en el futuro con nuestros pacientes, osea me refiero a que pretender memorizar todo lo que hemos hecho en cada uno de nuestros pacientes es absolutamente imposible , por lo que hacerlo seria pasar a llevar los principios de beneficencia y no maleficencia, y por lo tanto causar un daño que puede ser irreparable en ellos.

Por otra parte durante los últimos años ha surgido la inquietud de que el paciente debe influir de alguna manera en las decisiones médicas, además de que debe existir un respeto a la autonomía de cada enfermo. Para que esto se cumpla se ha introducido el consentimiento informado, y en caso de esta incapacitado el paciente para tomar las decisiones adecuadas para su salud y así cumplir con su derecho de autonomía este se traspasa a un familiar. Esto también contribuye a que la relación enfermera-paciente sea más franca, abierta y con información mas detallada, respetándose la dignidad del paciente. Por eso es tan importante que nosotros colaboremos en estimular la capacidad de decisión de los individuos enfermos.

Autonomía significa facultad para gobernarse; se ha interpretado como un derecho moral y legal; como un deber ; un principio; una capacidad propia del hombre para pensar, sentir y emitir sobre lo que se considera bueno.

Dolor y Fragilidad del cuidado


«El dolor es un acabado suplicio, el peor de todos los males; y cuando es excesivo acaba con toda paciencia»
(Milton)

El conocimiento del dolor figura en toda la historia de la humanidad lo mismo que la lucha del hombre contra él. La humanidad ha dedicado desde sus primeros tiempos a soslayar su fuerza y el tratamiento del dolor ha puesto en prueba la agudeza diagnóstica y la habilidad terapéutica de los médicos de todos los tiempos.

Pensando un poco en este tema me he dado cuenta que todas las personas sufren un determinado impacto al encontrarse frente a frente con el dolor, unas al sentirlo y otras al ver como la otra lo siente, bueno la respuesta de las primeras es comúnmente la misma, pero la conducta que tomaran las segundas puede ser muy variada, es decir existen personas que temen encontrarse con este tipo de situaciones y las evitan por ejemplo al encontrarse con un accidente en el hogar o en la calle, por pequeño que este sea prefieren tomar distancia y simplemente esperar a que los otros reaccionen o incluso se alejan para evitar totalmente la situación. En cambio hay otro tipo de personas que prefieren involucrarse con lo ocurrido e intentan ayudar de la forma que les sea posible.

Bueno yo creo que de esto depende nuestra vocación, de la intención que tenemos -por naturaleza- de ayudar a otros a aliviar su malestar y para lograr esto comprendemos que para ayudar a los pacientes no es suficiente la buena voluntad , sino que es indispensable instruirse e informarse para ser realmente útil y eficazmente competente. Esto es a lo que estamos dispuestos para ser unos profesionales y entendemos que para lograrlo tendremos que sacrificar mucho tiempo libre, pero también entendemos que los resultados de nuestro trabajo determinaran nuestros logros profesionales.
Como futuros enfermeros comprendemos que nuestra identificación con los sentimientos y creencias de los pacientes, con sus angustias y tormentos nos hará sentirnos involucrados profundamente dentro del medio humano al que pertenecemos y nos hará fortalecer nuestra personalidad y a entender la dignidad de la persona humana.

Es fundamental aceptar que nada está por encima del respeto al derecho a la vida, a la integridad y dignidad del enfermo. Durante muchos siglos la relación médico-paciente se basó en el principio de beneficencia y no maleficencia. En él se enunciaba la necesidad de buscar siempre el bienestar del paciente aun contra su voluntad y siempre sin contar con ella. El médico decidía por el enfermo y el valor fundamental de la práctica médica era el bienestar del paciente y las acciones que se realizaban eran correctas si conducían a su bienestar Este principio ha ido siendo complementando y en cierta forma reemplazado por el principio de autonomía, que acepta que los pacientes son seres adultos y responsables que pueden tomar sus propias decisiones acerca de su salud y de su enfermedad. Finalmente ha aparecido un tercer principio que es el de justicia, que nos hace caer en la cuenta que no somos seres aislados, sino que hacemos parte de una sociedad en la que debe haber justicia para la distribución de los recursos. Los principios de beneficencia, de autonomía y de justicia son el fundamento de la bioética.

miércoles, 4 de julio de 2007

Actitud etica frente al paciente psiquiatrico y comités de Etica Hospitalarios



“A la bioética llega el tema de la salud menta desde muchos ángulos : como derecho a tener los medios y recursos para adquirirla y preservarla, como asunto de capacidad individual de juicio, como forma de menoscabo reversible, discapacidad rehabilitable o minusvalía compensable, como necesidad de contrastar los deseos del individuo con las exigencias de la comunidad. Las relaciones con la ley son estrechas, pues el tema de la imputabilidad y la capacidad de juicio es uno de los más centrales en las relaciones de la medicina con el derecho.
A lo largo de muchos años de construcción y descontrucción de disciplinas abocadas a lo psicológico, siempre se asiste al carácter único de sus trastornos, que privan a las personas de lo más esencial de su condición humana, el sentimiento, la voluntad, y la razón. La demencia, como decaimiento global de las capacidades intelectuales, destruye precisamente aquello que parece constituir la nobleza de lo humano –el raciocinio-y degrada a quienes padecen a la total dependencia de otros. Las adicciones químicas y sociales parecen privar del albedrío a quienes son sus victimas. Los trastornos del ánimo enajenan a quienes padecen de sus metas y propósitos vitales y les convierten en esclavos de una alterada constelación de ciclos sociales y vitales.
En la mayoría de estas condiciones las personas se vuelven incapaces de cumplir sus metas biográficas a pesar de ellas mismas y sin quererlo así. Tentación grande es la sujeción a las decisiones de otros y el consiguiente empobrecimiento de la calidad de ser humano que ella impone. Típicamente un dilema se refiere a la legitimidad de privar a alguien de su libertad en forma no voluntaria, internándole en un hospital para proteger a otros o para protegerle de si mismo. Otro tiene que ver con la posibilidad de ensayar nuevos medicamentos o técnicas curativas en personas cuyo consentimiento nunca sera verdaderamente voluntario y, mucho menos, informado. En tales casos se recurre a las figuras del “mejor interés” y del “juicio substituto”.Segun este principio una persona que se supone representa al afectado toma las decisiones que este hubiera tomado de estar en condiciones de hacerlo. “
(Fernando Lolas)


Como bien sabemos los trastornos mentales no son, como aún afirman algunas personas, la consecuencia de causas desconocidas o de fuerzas mágicas secretas, tampoco son consecuencia de un castigo divino o de una posesión diabólica. Las múltiples interpretaciones que se han dado a la enfermedad mental, han hecho que ésta haya sido acompañada siempre por un estigma. Por ello, los pacientes psiquiátricos sufren no sólo a causa del trastorno per se, sino también por la falta de comprensión de su familia, sus amigos y la sociedad, y esto ha llevado a que en muchas ocasiones los enfermos mentales tengan el tratamiento equivalente al que se da a otro tipo de enfermos. Por esto es tan importante para nosotros este tema ya que como profesionales tenemos el deber de practicar nuestra labor educativa, en este caso especialmente con la familia del paciente.
Siempre es necesario para nosotros recordar que paciente mental también conserva su dignidad, aunque él mismo no esté consciente de ella; no importa cómo se presente ante la enfermera, sigue siendo un ser único e irrepetible, que se acepta tal como es, aunque su comportamiento difiera de las normas establecidas socialmente. Existen muchas oportunidades en que el paciente no puede decidir lo que es mejor para sí, la enfermera y el equipo de salud deben respetar su dignidad, y si hay que tomar una decisión, siempre debe ser en beneficio del paciente, que, en consecuencia, puede hacer de su propia existencia lo que él mismo decida.
Entre los elementos dinámicos de la relación de ayuda se incluye el concepto de empatía, que es la capacidad de ver el mundo como lo ve el otro. Es entender cómo se ve el paciente a sí mismo y cuál es el significado que le da a la vida. Es aprender sobre sus sentimientos. En la relación enfermera-paciente, la enfermera desempeña múltiples roles para ayudar al paciente a crecer y a cambiar, esforzándose por ser coherente en sus comportamientos, que ayudan a promover también cambios en la conducta del paciente. En el rol de educadora, la enfermera ilustra al paciente sobre los problemas médicos, de tratamiento y de ambiente, con el fin de disminuir los temores que le causan los entornos extraños. En el rol de modelo, la enfermera demuestra conductas que le permiten al paciente clarificar valores y comunicarse clara y congruentemente. Pero probablemente el rol más importante que desempeña la enfermera, en el área de la salud mental, es el de abogada de los pacientes. Este rol incluye la responsabilidad de adaptar el ambiente para proteger la intimidad y la interacción social. La enfermera aboga por rutinas flexibles y técnicas de comunicación claras, para llegar al paciente en tal forma que pueda entender y responder a las acciones del cuidado de enfermería. La enfermera actúa como enlace entre los pacientes y el equipo de salud, y entre ellos y la comunidad, esforzándose por suprimir el estigma de la enfermedad mental.
Muchas veces el equipo medico al dejar en manos de la familia de estos pacientes decisiones importantísimas en la vida de ellos cometen errores graves como pasar a llevar los principios –principalmente- de autonomía y no maleficencia. Así sucedió en el caso que analizamos con el curso en un taller, en el que una niña con retraso mental es esterilizada, al crecer ella se casa y al momento de querer formar una familia se encuentran, ella y su marido, con este tema, lo que la imposibilita absolutamente a la maternidad. Por ello es clave intervenir en situaciones irregulares en las ocasiones que sea necesario para así no pasar a llevar nuestros principios y por esto dejar de hacer un bien.
Otro tema es tener en cuenta que al trabajar con pacientes psiquiátricos muchas veces se podría ver amenazada nuestra integridad física, es por esto que es necesario hacerlo con la máxima cautela posible, pero en estas condiciones, ¿será factible trabajar rindiendo al 100 %? Ya que este es un factor que provoca estrés para los profesionales, no solo en el lugar de trabajo, sino afectando también la vida emocional de cada uno. Yo Pienso que es muy importante para trabajar específicamente en esta área que nosotros como profesionales tengamos claro que para desenvolverse adecuadamente en este ambiente no solo cuenta nuestro conocimiento teórico, adquirido en las clases de la universidad, sino también nuestra personalidad, nuestro carácter, es decir la capacidad que poseamos para ir afrontando día a día los desafíos profesionales y personales que implica esto.


RUEDA CASTRO, Laura y SOTOMAYOR SAAVEDRA, María Angélica. BIOÉTICA Y DISCAPACIDAD PSIQUIÁTRICA: ASPECTOS CLÍNICOS Y JURÍDICOS. Acta bioeth. [online]. 2003, 9.
Disponible en la World Wide Web: [consultado: 01 julio 2007]
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2003000200010&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1726-569X.
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Comités de Ética Hospitalario

Una serie de casos clínicos comenzaron en este siglo a plantear la necesidad de bases éticas para la práctica médica, radicadas ellas en un comité de ética.

En 1960 los riñones artificiales para trasplante se hicieron escasos, por lo que fue necesario determinar quién los necesitaba más. Por supuesto, al no haber normas claras, se produjeron muchas discriminaciones con negros y mujeres por ejemplo.

Pero uno de los casos más emblemáticos es el de una joven llamada Karen. Ella era hija adoptiva de un matrimonio muy católico, en el año 1975. Cuando ella era muy joven, la llevaron de urgencia al Hospital de Nueva Jersey, en el que se le diagnostico un estado de coma por ingesta de barbitúricos. A los primeros días de hospitalización, adquirió una neumonía y fue necesaria una traqueotomía. Mantuvo su coma, por mucho tiempo, y fue necesario instalarle un respirador artificial. Los católicos padres, basándose en un fundamento para los anestesiólogos enunciado por Pío XII en una de sus encíclicas (“no existe obligación de mantener la vida de los pacientes que no presenten recuperación segura”), pidieron al médico que desconectara a Karen del respirador. El médico consultó a sus colegas y al servicio jurídico, que le indicó: “legalmente posible, moralmente cuestionable”. Karen ya era mayor de edad, tenía 23 años, por lo que no tenía tutor. La posibilidad de recuperación era escasísima pero no nula, y este era el principal punto de conflicto. No fue aceptada la opinión de la madre que decía que en varias oportunidades Karen había manifestado su opción de ser desconectada, porque no había un escrito firmado por la paciente. Se contrapone aquí un principio de beneficencia con uno de autonomía. Posteriormente la Corte Suprema falló a favor de los padres y la niña fue desconectada. Vivió alrededor de nueve años y luego murió de una neumonía.

Posteriormente, y tomando en cuenta estos casos y otros, se creó una comisión en Estados Unidos, de donde se ha sacado las bases de los comités de ética hospitalaria, las que son:

  • Revisar los casos para confirmar el diagnóstico y pronóstico, y así poner las bases de las medidas éticas de cada caso.
  • Revisión de los tratamientos entregados por los médicos o sustitutos.
  • Sugerir medidas de tratamiento según cada paciente.
  • Educar al equipo de salud en conceptos éticos básicos para dilucidar problemas de esta índole.
  • Normatizar conductas éticas en políticas a seguir por el equipo de salud.
    Establece que determinadas decisiones terapéuticas deben ser tomadas por el paciente o por la familia.

Hasta el año 1982 solo el 1% de los hospitales tenían comités de ética. En el modelo americano de comité se discuten los casos, modelo que se ha copiado en los demás países. El año 1988 ya el 60% de los hospitales con más de 200 camas tenían comités de ética. En Chile el Dr. Juan Giaconi en el año 1990 promulga el decreto para la formación de comités de ética, constituyéndose estos definitivamente el año 1994. En 1999 se agrega la constitución de los comités éticos de investigación.

Los comités de ética sirven para velar para la calidad de la atención, no son órganos ejecutivos, sino que enseñan, asesoran y aconsejan. En muchas partes se tiende a usarlos para decidir las responsabilidades del médico tratante. No hay que olvidar que son los médicos los responsables clínica y moralmente del paciente, no los comités, que actúan como órgano asesor. Es importante por lo tanto la autoformación del médico en estos temas.

Los comités tienen utilidad también en el respeto de las distintas creencias culturales.

Los comités de ética son consultivos, de carácter interdisciplinario, con profesionales no solo del área de la salud, sino también teólogos, abogados, filósofos, representantes de la comunidad, etc. Así hay un completo análisis y resolución adecuada a los conflictos éticos que se presentan durante la práctica clínica en los centros de salud, cumpliéndose la finalidad de aumentar la calidad de la atención de salud. El grupo debe ser comunicado, abierto, de participación libre sin manipulaciones de instituciones internas o externas, para trabajar lo más horizontalmente posible. El interés del grupo es fundamental, como también el disponer de tiempo para la labor, lo que debe ser garantizado por la institución. El grupo se autoselecciona de acuerdo a su trabajo. Así mismo deben existir miembros terciarios ajenos al grupo que velen por la acción correcta de éste.


Caso clínico:Una mujer de 81 años ingresa en el servicio de Urgencia de un hospital público en estado grave. Su respiración es dificultosa. Se diagnostica neumonia bilateral. Presenta un paro cardíaco y el personal se afana en revivirla oprimiéndole el pecho, insertándole tubos y agujas y se indica un tratamiento agresivo con antibióticos. La paciente es trasladada a la UTI. donde permanece por un mes........
La conectan a respirador, después la sacan, se mantiene estable durante un tiempo y nuevamente sufre un paro cardíaco. Una vez reanimada, su estado empieza a deteriorarse. Después de un mes en UTI, es evidente que tiene un pronóstico sombrío. Su neumonia no responde a la terapia. Sufre de una deficiencia cardíaca como consecuencia de su afección respiratoria y la desnutrición contribuye a agravar su estado general.


Para el análisis de este caso tuvimos en cuenta varias visiones, para comenzar como enfermeras debemos observar el contexto en que se da esta situación se trata de una ser humano de 81 años que pese a todo el esfuerzo realizado, incluso "encarnizado" y utilizando los recursos de más alta calidad y costo, no ha permitido la evolución favorable de esta persona.
Y se nos hace necesario preguntarnos ¿si esta persona contara con sus plenas facultades mentales, estaría dispuesta a someterse a todo tipo de tratamientos para prolongar su vida, aún cuando esta presenta un sombrío pronóstico? ¿está la familia en derecho de decidir por ella? ¿y si su pronóstico es sombrío, no estaremos utilizando recursos valiosos (materiales, estructurale , humanos, económicos), que podrían ser utilizados en un paciente con un pronóstico mejor? ¿hasta que punto estamos somos capaces de interferir en el curos natural de la vida?, demásiadas preguntas y complejas respuestas.
Según nuestra opinión, esta persona merece un buen morir, y este caso debe ser presentado al comité de ética del hospital, par que evalue y a conseje sobre la decisión más ética que no vulnere el derecho a la atención del enfermo agónico, pero que a su vez sea justo en el compromiso de los recursos, el encarnizamiento terapeútico, y el respeto por al familia de esta paciente.

Finalmente como enfermeras creemos que el velar por el cumplimiento de los derechos humanos de esta paciente, el morir dignamente, brindar apoyo y contención y orientación a la familia es nuestro principal deber en casos como este.


Objetivos y constitución de comités de ética Hospitalaria. Dr Juan Pablo Beca, Marzo, 1996; Disponible en la World Wide Web [visitado:01 julio 2007] <http://www.med.uchile.cl/apuntes/archivos/2004/medicina/objetivos_constitucion_comites_etica_hospitalaria.pdf>

lunes, 2 de julio de 2007

Dilemas del final de la vida / Ensayo MJRP




“En años recientes ha cobrado difusión amplia la tesis de disponibilidad de la propia muerte. Disponer de la propia muerte significa darle una apariencia acorde con lo que uno cree ser o una dignidad correlativa a su valor. Hay quienes aseguran que el derecho a la muerte (propia) es constitutivo del ser persona humana y que preferir morir a vivir mal puede ser elección justa en muchos casos. Lamentablemente el termino eutanasia, que significa morir bien, nos llega contaminado por lastres racistas y crueles , pero en esencia traduce un estado de plenitud y acuerdo consigo mismo que permite considerar a la muerte como un pasaje obligado de la condición humana .
En algunos casos, pacientes terminales solicitan de sus médicos que les alivien de sus padecimientos mediante la muerte, y en algunas legislaciones existen descargos para aquellos profesionales que en alguna forma ayuden al suicidio. El suicidio asistido no es igual a la eutanasia pasiva o activa porque incluye la voluntad y la acción de quien lo pide, mas debe considerarse dentro del plexo de problemas de la muerte en consideración bioética.”
( Fernando Lolas )

La eutanasia es uno de los dilemas éticos más complejos a los que se ven enfrentados los profesionales del área salud, como también los familiares del involucrado, e incluso el mismo enfermo en casos de eutanasia voluntaria (con consentimiento del paciente).
Sin duda el decidir sobre la continuidad de la vida de una persona, cualquiera sea su condición, naturaleza o pronostico abarca una red de intrincados dilemas a nivel valórico, ético, religioso y humano; uno de ellos es contestar a la pregunta clave “cuándo” ha muerto alguien… si al cesar la respiración, al detenerse el corazón o, tal vez, cuando el cerebro deja de estar activo…

Todo profesional de la salud a lo largo de la carrera universitaria recibe una sólida formación teórico-práctica lo que permite un ejercicio adecuado de la profesión, sin embargo a la hora de entrar en el campo de la eutanasia hay que evaluar un sinnúmero de factores y puntos para cada caso en particular que sobrepasan cualquier conocimiento previo que tengamos.
Debido a la tremenda complejidad de esta decisión, desde mi punto de vista, cada caso en particular tiene que ser analizado en forma minuciosa, poniendo como uno de los pilares de este análisis, la dignidad de la persona. Aquí podemos entrar en otro dilema que seria responder a la pregunta: ¿Qué es una muerte digna? , la que en caso de estar nuestro paciente incapacitado para expresarlo, debería ser respondida por su familia, por ser la única fuente la que nos proporcionaría datos verdaderos sobre los principios y valores del paciente.

Inevitablemente se viene a mi mente el bullado caso de la joven estadounidense Terry Schiavo que el año 2005 muere en Florida por inanición y deshidratación, después de que le fuera quitado el aporte por orden judicial. La privación de alimento había sido solicitada de forma insistente a lo largo de 12 años por su marido. Los padres de Terry, en cambio, insistieron a lo largo de este tiempo en cuidar a su hija, manteniéndole la comida y la hidratación. Expresando los sentimientos de los padres, Frank Pavone, uno de los consejeros espirituales de la familia de sangre de Terry, calificó la muerte de "asesinato". "No solo sentimos dolor por la muerte de Terry. Sentimos pesar por el hecho de que nuestra nación haya permitido tal atrocidad y rezamos para que no ocurra nunca más."
Como consecuencia de una parada cardiaca, en 1990 Terry padeció una lesión cerebral grave quedando en lo que en medicina se conoce como "estado vegetativo persistente", una situación en la que el paciente se halla inconsciente y de la que, en principio, no se espera ya recuperación. Terry no había dejado instrucciones escritas acerca de sus deseos para el caso de que quedara inválida. Aunque su marido, separado de Terry a poco de producirse el accidente y que vive actualmente con otra mujer, afirmaba que ella le había dicho mucho tiempo antes que no deseaba que se le mantuviera artificialmente en vida, los padres de Terry disentían de ello y mantenían que su hija les sonreía e intentaba hablarles. El día 18 de marzo del año 2005, el juez local, George W. Greer, apoyó al marido autorizando la retirada de la sonda de alimentación y condenando así a Terry a una muerte segura. A lo largo de los siete años de batalla legal, los tribunales federales han rechazado de manera reiterada los intentos de mantener la alimentación e hidratación a Terry Schiavo, siendo recurridas las decisiones una y otra vez por quienes apoyaban a los padres. Entre estos últimos se hallaba el congreso de la nación, el propio presidente Bush y su hermano Jeb, gobernador del estado de Florida.
Según los partidarios de la postura de los padres de Terry, entre ellos la Iglesia Católica, afirman que retirar el sustento de comida y agua va en contra de los principios morales más elementales.
Como conclusión puedo decir que la sociedad debe estar abierta a toda posibilidad que tienda a mantener la dignidad humana , por lo que la eutanasia no debiera ser percibida siempre como un atentado contra la vida , sino que en casos particulares puede ser una decisión que trata de dignificar el concepto de muerte que el humano puede poseer.
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Ensayo:Eutanasia y Cuidados Paliativos(María José Robles P.)

“A la edad de 83 años, Sigmund Freud se había sometido a 33 operaciones. Sufría un cáncer de maxilar hacía más de 15 años. El 21 de Septiembre de 1939, estando el Dr. Shur sentando junto a su paciente, Freud le tomó la mano y le dijo si recordaba el “contrato” que ambos tenían, “prometió no dejarme en la estacada cuando llegara el momento. Ahora sólo queda la tortura y no tiene sentido, hable con Ana y si ella piensa que está bien, terminemos”. (Peter Gay, 1989).

Vivir y morir no son conceptos antagónicos, sino que ambos se integran. El morir puede ser considerado como un proceso, que se va cumpliendo a medida que vamos viviendo, por eso digo que los conceptos se integran. En los últimos años se ha podido apreciar un cambio, ya no se busca sólo prolongar la vida, sino que se habla de vida útil, de vida humana, lo que se intenta no es sólo ir sumando años, sino dar calidad de vida a esos años, para lo cual se toman en cuenta los distintos planos en los que se desenvuelve un ser humano, el físico, el psicológico, el moral, el espiritual.
La medicina siempre ha tratado de prolongar la vida del hombre, evitando o alejando el instante de la muerte lo más posible, pero ¿no irá esto en contra de lo que es el derecho a la dignidad y a la vida? ¿Cuál es el objetivo, en que nos centraremos como profesionales de Enfermería?, ¿será en poner el acento en la lucha contra la enfermedad, o nuestro paciente, teniendo en cuenta que esta enfermedad se desarrolla en un ser humano?

Lo que me propongo al realizar este trabajo es reflexionar sobre la etapa final de la vida, en especial a los derechos que tienen los enfermos terminales, la eutanasia y los cuidados paliativos como forma de aliviar el dolor, ya sea a través de una buena muerte o de seguir viviendo dignamente en un marco de contención y compasión.

“Doctor: No quiero vivir más” (El caso de la paciente Alicia)(1)
Alicia tiene 34 años, grandes ojos color café y cabello oscuro. Es una hermosa mujer a pesar de las consecuencias de su enfermedad. Hace un año se le diagnosticó un carcinoma de cuello uterino, en estadio localmente avanzado. Recibió radioterapia y quimioterapia en dosis completas y posteriormente fue operada. Todos estos tratamientos no lograron erradicar su enfermedad. Alicia vive con su esposo, Héctor, y sus cuatro hijos. Desde hace cuatro días Alicia viene soportando un dolor intensísimo, no puede dormir. Además tiene vómitos y no orinó en las últimas 24 horas. Norma, la hermana de Alicia, la convence para ir al hospital. En la Guardia del Hospital se comprueba que presenta una obstrucción de sus vías urinarias, por lo cual un médico propone una nueva intervención quirúrgica para intentarextirpar parte de la enfermedad. Otro especialista opina que esa cirugía es un exceso —dado lo avanzado de su tumor— y aconseja el intento de colocación de un catéter de derivación urinaria para impedir que la obstrucción actual la lleve en horas o días a la muerte producida por insuficiencia renal. Alicia no acepta ningún tratamiento. No habla con los médicos, excepto para decirle a uno de ellos: “Doctor, no quiero vivir más...”
Un médico de la Guardia le dice a la hermana de Alicia: “Es mejor que la lleven a la casa, no podemos hacer nada”.
La enfermera se acerca a Alicia y se sienta a su lado, junto a la cama ubicada en un extremo de la sala de Guardia. Mira a Aliciaa los ojos, y le toma la mano. Los médicos estaban deliberando en la oficina; Norma había salido en busca de un teléfono público para llamar a Héctor a su trabajo.
- “Alicia: yo soy Marta, la enfermera del equipo de Cuidados Paliativos. Sé que estás con mucho dolor, quizás aceptes que te ayudemos para aliviarlo...” Las primeras palabras de Marta hacia Alicia, precedidas por el lenguaje gestual, le permitieron a la paciente, por primera vez desde mucho tiempo, sentirse comprendida.
- “No quiero ya más operaciones, no puedo más”. Alicia cambia su mirada y sus ojos están brillosos.
- “Nadie va a hacer nada con tu cuerpo mientras te opongas. Me dices que no puedes más...”
- “Estoy sufriendo mucho. El dolor es tremendo... Vomito todos los remedios que me habían dado. Ya no puedo hacer nada... Hay tantos problemas...”
- “Alicia: estás con mucho dolor y no duermes desde varias noches. Tienes vómitos, estás cansada, sientes que los problemas son demasiados para tus fuerzas. Podemos ayudarte a controlar tu dolor y tus vómitos. Si lo aceptas, podemos también conversar con tu familia...”
Alicia aceptó ser evaluada por el médico del Equipo de Cuidados Paliativos, quien conjuntamente con la enfermera Marta sopesaron esta situación clínica de “dolor desbordante”. En consenso con los otros profesionales y el Comité de Ética, se estimó como necesidad prioritaria el alivio del dolor, propiciando además la comunicación con el marido de Alicia. Se administró una dosis de 10 mg de morfinay 2,5 mg de haloperidol por vía subcutánea, para el control del dolor y de la emesis secundaria al estado urémico, respectivamente. Alicia descansó más de cuatro horas. Cuando se despertó, aliviada, se dirigió a la enfermera y, entre otros temas, le preguntó: “¿De qué se trata esa propuesta de un catéter para orinar?”
____________________
(1)Gustavo G. De Simone El Final de la Vida: Situaciones Clínicas y Cuestionamientos Éticos, Acta Bioethica 2000; año VI, nº 1

Creo importante revisar algunos conceptos que utilizaré como orientación durante el desarrollo de este trabajo.

1. Cuidados paliativos: Los Cuidados Paliativos fueron definidos como “la atención activa y completa de los pacientes cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo” (2). Su objeto es facilitar al paciente y a su familia la mejor calidad de vida posible.
2. Eutanasia: Etimológicamente la palabra eutanasia deriva del griego “eu”, bien y “tanasia” muerte o sea podríamos traducirlo como la “buena muerte”. Es la acción u omisión por parte del médico con intención de provocar la muerte del paciente por compasión.
3. Eutanasia pasiva: la muerte que ocurre como consecuencia de la abstención de emplear, o la interrupción, de todas las medidas artificiales de soporte vital como diálisis, ventilación mecánica, uso de sondas nasogástricas, procedimientos invasivos, antibióticos, etc. Esto generalmente ocurre cuando luego de analizar sus efectos y resultados se concluye que no están cumpliendo una función diferente a la de posponer o demorar el evento de la muerte, o cuando el paciente así lo desee y lo exprese verbalmente o por escrito. En estos casos, la intención no es matar sino permitir que la muerte sobrevenga en forma natural, en el momento en que corresponda y como consecuencia de la enfermedad incurable e irreversible que el paciente padece.
4. Eutanasia activa: es la eutanasia que mediante una acción positiva provoca la muerte del paciente.
5. Distanasia: es la muerte en malas condiciones, con dolor, molestias, sufrimiento... Sería la muerte con un mal tratamiento del dolor, o la asociada al encarnizamiento terapéutico. También hace referencia a la muerte que se difiere o pospone mediante la aplicación de procedimientos y tratamientos biotecnológicos. Aquí predomina el criterio de cantidad de vida sobre el de calidad de vida.
6. Suicidio Asistido: la muerte que el enfermo terminal se procura, empleando los medios sugeridos o proporcionados (pastillas, inyección letal, etc). La diferencia entre la eutanasia activa y el suicidio médicamente asistido no radica en el medio que se emplea sino en el sujeto que la lleva a cabo: en la primera, un profesional de la salud es el agente activo a solicitud del paciente, sujeto pasivo; en el segundo, el paciente es el sujeto activo, asistido y aconsejado
7. Ortotanasia: Proviene de las palabras griegas orthós, recto, y thánatos, muerte. Corresponde a “la actuación correcta ante la muerte por parte de quienes atienden al que sufre una enfermedad incurable en fase terminal”, y tal actuación correcta puede reseñarse de la manera que sigue:
a) Se trata de una muerte “en su tiempo”, justa, sin acortamientos de la vida ni adelantamiento de la muerte.
b) Asimismo, tampoco se produce en el proceso final la prolongación de la vida ni el retraso de la muerte.
8. Encarnizamiento terapéutico: La Asociación Médica Mundial en su XXXV Asamblea de 1983 definió el encarnizamiento terapéutico como "Todo tratamiento extraordinario del que nadie puede esperar ningún tipo de beneficio para el paciente."
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(2) Oriol Cassasas (ed.). Diccionari Enciclopèdic de Medicina. Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya i de Balears. Barcelona: Enciclopèdia Catalana; 1990: 1370.

PRINCIPIOS BIOETICOS

Autonomía: Las decisiones de un paciente adulto, mentalmente competente y suficientemente informado, son éticamente inviolables, aún si ellas implican el rechazo a tratamientos e intervenciones que el médico puede considerar aconsejables. Cuando el paciente no está capacitado para comunicarse o para tomar decisiones, debe hacerlo el familiar delegado con base en los deseos expresados previamente por él. Si no existe esa persona o no se conocen explícitamente los deseos del paciente, el equipo tratante debe usar su buen juicio y acudir a los comités de ética hospitalaria.
Beneficencia: Toda decisión debe orientarse a hacer el bien al paciente.
No Maleficencia: Obliga a no hacer daño intencionadamente. En ética médica, este principio está íntimamente relacionado con la máxima primum non nocere: "En primer lugar, no hacer daño". Los profesionales de la salud apelan a menudo a ella, aunque ni su origen ni sus implicancias están muy claros. No existen rupturas claras entre el no infligir daño y el ofrecer un beneficio, pero el principio de beneficencia requiere potencialmente mayor implicación que el principio de no maleficencia, ya que los sujetos deben dar pasos positivos para ayudar a otros, y no únicamente abstenerse de realizar actos perjudiciales.
Justicia: La distribución éticamente sensata de los recursos disponibles, es el cuarto principio orientador en la toma de decisiones. El empleo indiscriminado de las opciones en aquellos casos en los que de antemano se sabe que no se podrá obtener ningún beneficio, es censurable e incorrecto éticamente. El uso del respirador mecánico y la práctica de cirugías o tratamientos extensos como pueden ser la quimioterapia, los transplantes de órganos y otros procedimientos extremos, injustificados y costosos, que desembocan frecuentemente en lo que denomina "encarnizamiento terapéutico" deben ser claramente orientados de acuerdo con la prioridad de la justicia. De la misma manera es inaceptable éticamente ofrecerle a un enfermo terminal un abanico de opciones terapéuticas que escapen de sus posibilidades económicas, geográficas o de recuperación.

¿QUÉ DERECHOS TIENE EL PACIENTE MORIBUNDO(3)?

Intervención del enfermo en la elección del tratamiento. Esto se relaciona con el respeto a la autonomía del paciente, con la cual el paciente tiene derecho a tomar decisiones que le conciernen. Para que el paciente puede realizar esto siempre debe estar y ser informado sobre su enfermedad y las terapias existentes para ella. Cuando el paciente no tiene la capacidad de decidir un representante tendrá que cumplir con esa responsabilidad, guiándose por los supuestos intereses del paciente. Para que el paciente

El derecho del enfermo a la verdad: El suponer que el enfermo no está preparado para recibir una noticia que podría serle desfavorable, produce en muchas ocasiones que se le oculte la realidad de su mal. Es decir, se acepta en principio que todo enfermo tiene derecho a estar informado de su dolencia; pero como en la práctica se supone que la verdad puede resultar perjudicial, se opta por no dar información. Es por esto que resulta de suma importancia la comunicación entre el paciente y el equipo de salud. Aquí enfermería tiene una gran labor ya que debemos tomar en cuenta las características particulares de cada paciente, además de estar atentos a la capacidad de compresión que tenga la persona. También se debe tomar en cuenta que es el propio paciente quien actúa como regulador de la cantidad de información que desea recibir. Una vez recibida la información se debe acompañar al paciente, ayudarlo a asimilar la información, escuchar sus preocupaciones y tratar de empatizar con él.
“Nunca se puede mentir a un paciente, pero tampoco es absolutamente imprescindible decirle toda la verdad”

El derecho a la asistencia familiar, psicológica y espiritual Se le debe prestar ayuda al paciente en todo aspecto, no solo biológico, sino que también psicológica, espiritual y social, incluyendo siempre a los familiares quienes también necesitan apoyo.



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(3)León F., “Bioética de la atención de enfermería al enfermo Terminal”, 1999. Disponible en la Web: http://escuela.med.puc.cl/deptos/Bioetica/Publ/BioeticaAtencion.html
Luego de hacer una revisión exhaustiva sobre este tema, y relacionándolo con lo aprendido durante el curso, puedo decir que en el caso planteado anteriormente dada la complejidad de los dilemas bioéticos y las encrucijadas que plantea la toma de decisiones acerca del final de la vida, tanto para Alicia y su familia como para los profesionales de la salud, debo recalcar la importancia de no caer en generalizaciones y creo se debe estudiar y valorar cada caso individual, con sus circunstancias vitales, historia particular y tipo de enfermedad. Las decisiones rara vez son los extremos, blanco o negro; generalmente se ubican en algún punto de en una extensa gama de colores, y para optar se requiere inteligencia, conocimiento, tacto, empatía y respeto por la dignidad humana y por la autonomía del enfermo, además de una buena dosis de compasión y sensibilidad. Hay que tener también la flexibilidad suficiente para replantear tal decisión una vez más mañana, de acuerdo con las circunstancias y no dejar de lado que en muchas ocasiones aquel ser humano que enfrenta el proceso de morir, no solo vive este proceso si no también una profunda depresión que lo ciega y le deja pocas fuerzas para develar otros posibles caminos más que el acelerar la muerte.
Es por eso que deben hacerse todos los esfuerzos para fortalecer la autonomía del paciente y de la familia, a través de su participación en el proceso de toma de decisiones respecto a las terapéuticas planteadas. La explicación honesta y simple de los tratamientos permitirá a los pacientes expresar un consentimiento informado o su rechazo informado, facilitándoles una sensación realista y continua de estar respaldados, proveyéndoles consejos apropiados y ayuda práctica.
La angustiante experiencia de un paciente que solicita su muerte, o aun que comete suicidio, está habitualmente relacionada con la presencia de dolor y/o depresión psíquica no controlados. La provisión de cuidados paliativos es la respuesta apropiada de la sociedad a las preocupaciones de la gente sobre el cuidado y confort en el final de la vida, fortaleciendo la autonomía de los enfermos (4).
Como profesionales de enfermería aplicando nuestro código de ética (1991) en el capitulo 1 articulo 1.6 que se refiere a la atención del paciente terminal dice que es nuestro deber velar por la tranquilidad y seguridad del paciente, aliviar sus sufrimientos y cooperar con los familiares y otros para atender sus deseos. Es contrario a la ética apoyar medidas que contribuyen a acelerar la muerte, cualquiera que sean las circunstancias. La atención de enfermería debe mantenerse hasta el deceso del paciente. Por lo que debemos ser agentes que promuevan y entreguen posibilidades reales a nuestros pacientes que no atenten contra su vida que les de la opción de una buena calidad de vida hasta el momento que esta se prolongue de forma natural, y a su familia el apoyo y las redes necesarias para enfrentar ese difícil momento, para que disfruten cada momento junto a su ser querido y que a su vez puedan ser el apoyo para este familiar que enfrenta el proceso de morir.



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(4) Kung H, Jens W. Morir con dignidad, un alegato a favor de la responsabilidad. Madrid: Trotta; 1997.