jueves, 24 de mayo de 2007

Actitud ética frente al paciente con SIDA




Según la carta de los derechos y deberes de los pacientes, en uno de sus fragmentos plantea que todos los pacientes tienen derecho a ser tratados con dignidad y respeto.


Consideramos que es de vital importancia que esto se cumpla totalmente, ya que cualquiera que sea la condición del paciente este debe recibir un trato digno siempre. Sin embargo, cuando se trata de un paciente con SIDA en ocasiones no se respeta este derecho, ya sea por desconocimiento , prejuicios y/o temor, lo que trae como consecuencia un trato con deficit de atención humana. Pero nos preguntamos ¿Por qué,aún hoy en día, en plena era tecnológica donde la información está al alcance de la mano, se continuan sucitando rechazos y malos tratos?, Creemos que existe desconocimiento por parte de las sociedades, y lo que consideramos mas relevante, es que esta falta de información, conocimientos y por ende rechazo, provenga del personal de salud, ya que sin duda somos nosotros quienes debemos ser los más cultos en los temas relacionados con esta enfermedad, su manejo y cuidados de este paciente . En esta situación como estudiantes y futuros profesionales de enfermería, también somos responsables de adquirir ese conocimiento, actualizarnos, aplicarlo, y por sobretodo, compartir ese conocimiento educando a la población y también al equipo de salud.
Resulta lamentable que en nuestras prácticas profesionales nos haya tocado ver malos tratos y discriminación hacia estos pacientes, y consideramos repudiable esta situación. Es necesario masificar la información sobre esta enfermedad ya que en la actualidad resulta ser una pandemia que abarca a todos los sectores sociales, y en el que nadie está libre de padecerlo, aún nosotros mismos.



Ética y SIDA



El SIDA es un problema de salud que sobrepasa el campo de lo biomédico. El SIDA es un tema socio-cultural.


A principio de los ochenta hace su presentación en sociedad el SIDA llena de mitos y prejuicios que la asociaban a ciertos grupos como homosexuales, hemofílicos, drogadictos o prostitutas. Sin embargo, hoy en día se sabe que no es así y cada vez con más frecuencia se está haciendo presente sin distinción de clases sociales, ni razas, ni género.

El cambio cultural ha sido paulatino, y han sido las organizaciones que trabajan con el SIDA y principalmente de algunas personas que siendo infectadas han hecho pública su enfermedad y han sido capaces de entregar su experiencia de vida como testimonio quienes han logrado este cambio poco a poco.

Hoy en día en un mundo donde las relaciones interpersonales y sociales son tan complejas provocar cambios que alejen los mitos y prejuicios en la diaria convivencia con la persona con SIDA sigue siendo un desafío. Y esto no excluye al área de atención en Salud donde nosotros como estudiantes de Enfermería tenemos como tarea las desmitificación y la incorporación y dignificación de todos nuestros pacientes.


LA CONFIDENCIALIDAD EN EL SIDA

El Dr. Seráni[1] plantea que el secreto profesional es todo aquello frente a lo cual el profesional, en nuestro caso, el profesional de la salud tiene la obligación de callar, sea porque esto cae dentro del secreto natural, sea porque es objeto de una confidencia en el marco de una promesa de callar, tácita o explícita, hecha antes de la confidencia que lo motiva.

Llevándolo alcontexto del tema, nos parece que si se trata de proteger a una tercera persona que tenga contacto de riesgo con esta persona infectada, es necesario que se dé a conocer la situación, siendo la mejor opción, que quien presenta esta enfermedad seael que dé a conocer su condición. Si esto no ocurre, quien debería dar a conocer esta condición sería el profesional de salud a cargo de este paciente, especificamente el Medicoy ser nosotros agentes de apoyo comprensión y contención. Este tema lo vemos por Ej.: en la pareja de la persona ifectada con SIDA quien a través del contacto sexual corre riesgo de contraer esta enfermedad, por eso consideramos que es vital que la persona afectada dé a conocer su condición a personas que tienen contacto de riesgo con él, para así evitar el contagio de otros.


[1] Serání A., “Ética clínica. Fundamentos y Aplicaciones”, Edit. Universitaria, 1ª edición, 1993, Chile.

En conclusión podemos afirmar que el personal de enfermería y el resto del personal sanitario, deberán cuidar sin ningún tipo de discriminación a las personas afectadas por SIDA o a las personas seropositivas y, para ello, debe estar preparado para dar los cuidados integrales que estos enfermos precisen con el mismo nivel de calidad que para el resto de los pacientes.

El paciente afectado por VIH se encuentra en una situación sumamente difícil, por lo que la enfermera ha de mantener una actitud solidaria y sin discriminación, y ser una vía de educación sanitaria para ellos, para sus familiares y amigos y en general para toda la sociedad. Si bien ha quedado claro que existen riesgos de posibilidad de contagio para el profesional de enfermería, y que al escoger esta profesión se acepta la existencia de dichos riesgos, la enfermera tiene el derecho a trabajar con las medidas de seguridad y de prevención oportunas para prevenir al máximo el posible contagio



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